octubre 5, 2024

ESTANTES DE PAPEL

Un blog donde fluye la creativad y la imaginación

2 semanas y ½

Lunes, 16 de marzo

Hoy no he ido a trabajar. Los responsables de mi empresa han comunicado la decisión de cierre hasta nuevo aviso. Es una opción muy acertada; si estamos confinados en nuestras casas para cercar al virus, no tiene sentido que acudamos a nuestros centros de trabajo, donde estamos sujetos a un posible contagio. Los trabajadores de una empresa de nuestro entorno, por falta de iniciativa de la gerencia, han iniciado movilizaciones para su cierre.
En la calle, las cosas transcurren con normalidad; no hay ningún altercado, y los que hay son muy aislados. Hay mucha gente que tiene miedo a esta pandemia. Las cifras de infectados por el coronavirus son alarmantes: Comunidad de Madrid, 1.990 infectados y 40 muertos; en el País Vasco, 417 infectados y 14 muertos; Cataluña, 316 infectados y 6 muertos; La Rioja, 243 infectados y 2 muertos; 219 infectados en Andalucía; 94 en la Comunidad Valenciana y un muerto; 194 en Castilla-La Mancha y un muerto; 130 en Navarra; 169 en Castilla y León y un muerto; 85 en Galicia; 80 en Aragón y 7 muertos; 67 en Asturias y un muerto; 70 en Canarias; 39 en Extremadura y un muerto; 35 en Murcia; 29 en Cantabria; 30 en Baleares y un muerto; 2 en Melilla.

Desde el inicio del brote, se han registrado más de 125.847 casos en todo el mundo. Italia es el país europeo más afectado, con 15.113 casos registrados y 1.016 muertes.

Noticias del día: China enviará a España ayuda médica urgente para su lucha; en Alemania, un laboratorio está consiguiendo grandes resultados hacia una posible vacuna, y el presidente estadounidense, Donald Trump, quiere hacerse con la primicia de la vacuna pagando una sustanciosa cantidad de dinero para su adquisición. Patético.

Otra gran noticia del día es la continua bajada de los índices bursátiles de todo el mundo; la bolsa se ha desplomado.

Martes, 17 de marzo

Nuevo día de confinamiento. Para salir a las calles es necesario un salvoconducto para justificar que vas a trabajar y que los cuerpos de seguridad no te multen. Increíbles imágenes de un medio de comunicación muestran cómo la polución en Italia ha descendido desde el comienzo del coronavirus.
Las Fuerzas Armadas se han desplegado por distintas ciudades de España; se encargan de vigilar los puntos más críticos, lugares donde se puede encontrar más riesgo de contagio. También realizan labores de vigilancia y desinfección, apoyando en todo momento a los servicios sanitarios.
El número de infectados ayer fue de 30.
Las bolsas en todo el mundo cotizaron al alza después de que el presidente Donald Trump lanzara el mensaje de que va a inyectar capital para paliar los efectos del coronavirus. El espacio Schengen, a partir de hoy, queda cerrado; solo pueden cruzar sus fronteras camiones de carga que transporten alimentos y medicinas.

Miércoles, 18 de marzo.

Hemos regresado a la época de la guerra civil: colas para entrar en los supermercados, controles por parte de la policía para mostrar los salvoconductos que justifican el tránsito; puedo imaginar cómo se vivía. No vivimos una guerra física, pero sus consecuencias son muy parecidas.
El colectivo sanitario propone enviar cartas a los pacientes ingresados para paliar las consecuencias psicológicas ante la ausencia de visitas y el confinamiento en sus respectivas habitaciones.

Esta crisis nos va a servir para valorar las pequeñas cosas que poseemos; una de ellas es la comunicación y la solidaridad con los que nos rodean.

El Ministerio de Defensa de la República China asegura en un comunicado haber desarrollado de manera exitosa una vacuna para acabar definitivamente con el coronavirus. Esta vacuna ha sido creada por la Academia Militar de Investigación Médica, dependiente de la Academia Militar de Ciencias. La general y experta en crisis sanitarias, doctora Chen Wei, ha realizado pruebas en humanos y ha comenzado la producción a gran escala de una vacuna en la que lleva trabajando durante un mes.

Ojeo las noticias del día: «Gasteiz Hoy» publica un artículo sobre las más de 70 multas que se han puesto en Cádiz por saltarse el estado de alarma. «Confidencial» publica un artículo cuyo encabezado dice: «Bienvenido Mr Xi, el Plan Marshall chino contra el coronavirus desembarca en España». Los medios muestran imágenes de ciudadanos chinos llegando en furgonetas con cajas de mascarillas, guantes y geles para los hospitales.

Esto es tan solo la avanzadilla del Plan Marshall chino contra el coronavirus, una estrategia diplomática con la que Pekín aspira a mover las placas tectónicas de la geopolítica global tras la pandemia; esto, como siempre, lo pagaremos a la larga los españoles.

Las cifras de España por el coronavirus: 9.000 contagiados y 300 fallecidos.

El presidente de la comunidad catalana, Quim Torra, se encuentra también confinado por dar positivo en coronavirus.

Otras noticias del día: el gobierno de Trump propone un envío masivo de cheques a los ciudadanos en las próximas dos semanas y promueve un paquete de estímulo de 850.000 millones de dólares.

Esta crisis destapa problemas que pasan desapercibidos en nuestro día a día. Por ejemplo, los médicos de la UCI afirman que el número de fallecidos posibles se situará entre 36.000 y 87.000.

Sancionado en Palencia un hombre por pasear por la calle con un perro de peluche. Desesperación por salir a la calle; habría que conocer la situación en la que cada uno vive en su casa. Después del coronavirus, vamos a tener un calendario muy apretado de actividades: controles, aplazamientos, medidas culturales, deportivas y festivas.

Jueves, 19 de marzo

Hoy es el Día del Padre, festividad y puente para la ciudadanía de este país. Pero la prohibición de ir de vacaciones y acudir a las segundas viviendas debido a esta epidemia hace que este día sea distinto. Aunque hoy he echado un vistazo a todas las noticias de los periódicos, no me apetece mencionar ninguna de ellas. Miro en el móvil los vídeos que circulan por la red. Hay uno que especialmente habla del cambio, de que las personas, cuando salgan de esta crisis, sigan hacia adelante, se reseteen y cambien su foco de vida en otra dirección que no sea la del consumismo y el individualismo.

Es en estos momentos cuando apreciamos lo que realmente tenemos. Seguramente todos estaremos pendientes del WhatsApp, llamando por teléfono a nuestros familiares y amigos; es en estos momentos cuando más los echamos en falta.

Una de las cosas que nos caracteriza como humanos es nuestra sociabilidad; somos seres sociables a los que nos gusta estar con otras personas, reírnos, conocer los puntos de vista de los demás y saber qué pasa por la mente de nuestros compañeros.

Hoy, al salir a la terraza y contemplar el espléndido día de primavera, lo que he escuchado es el sonido de los pájaros.

Viernes, 20 de marzo

La gran noticia del día es que en China llevan ya más de 48 horas sin ningún infectado. Debido a ello, médicos y enfermeros de ese país han aterrizado en el nuestro para ofrecernos su ayuda. La preocupación y la incertidumbre, junto al miedo por lo que pasará en los próximos días, cubren el panorama de nuestra geografía. La falta de EPIs, sobre todo mascarillas y botas, altera el trabajo de los profesionales sanitarios. La mayor preocupación es qué pasará con los mayores recluidos en residencias.

En el día de ayer, festivo, surgieron diversas iniciativas por Internet. Una de ellas, impulsada por los jóvenes, proponía celebrar la bajada del Celedón a las 20:48. En nuestro bloque de viviendas se ha celebrado un pequeño homenaje saliendo al balcón con paraguas, conmemorando ese día con música y cantos desde los balcones. Hemos salido de la monotonía.

Hoy las colas para los supermercados son enormes; no sé si la incertidumbre ante una posible falta de alimentos provoca esta afluencia.

Sábado, 21 de marzo

Hoy se me ha ocurrido un relato:

El estruendo de las sirenas me aterra. Ha aumentado su frecuencia en las calles, y temo que el siguiente al que recojan sea yo. Tengo más de sesenta años; las deficiencias respiratorias pueden conmigo. Llevo días observando a mi mujer, veo en sus ojos ese sentimiento que a mí me bloquea. Por suerte, a ella no. Se mantiene firme para ofrecerme consuelo. De nuevo ese sonido. Abro a duras penas los ojos y me veo transportado en una nave luminosa a otra dimensión desconocida. Puedo observar a los que me conducen por unos momentos.

Lo veo en sus ojos. Lo mismo veía en mis vecinos. Ahora es lo que puedo ver tras sus caras enmascaradas, pero ese sentimiento a ellos no los paraliza. Mantienen su sintonía, en silencio, conduciéndome o, quizás, elevándome a otra dimensión. Las luces viajan a gran velocidad por una autopista iluminada. Me introducen en un nuevo espacio en el que un fantasma me invade, el mismo que he visto en varios rostros, provocándome espasmos que me recorren todo el cuerpo. Las imágenes pasan rápido por mi cabeza, recuerdos de mi infancia, de mi juventud, los besos de mi primer amor. Presiento que este es el fin. ¿Será esta la otra dimensión de la que tanto hablan? Veo la cara de un ángel que me observa, que me toca suavemente, ayudándome poco a poco a cerrar los ojos.

Lo veo en sus ojos. A ellos ya no los paraliza. Al encender la televisión, contemplo de nuevo sus rostros para apreciar sus miradas. Pero no percibo esa sensación de antes; su luz es otra. Expresan cansancio, sí. También logro, satisfacción… orgullo ante la victoria.

Las caceroladas se repiten, fusionadas con los gritos de gloria. Las personas sienten cómo, poco a poco, los héroes plantan cara al demonio, doblegándolo, alejando su mal de sus viviendas. Cuánto tenemos que agradecer, cuántas salvas para todo ese colectivo que, velando por nuestra seguridad, ha podido vencer a ese enemigo invisible que nos amenazaba a todos. Su valentía nos ha salvado porque, cuando el miedo iluminaba nuestras caras, ellos, con sus trajes de héroes, protegidos por sus capas blancas, azules o verdes, han seguido firmes en sus puestos, plantándole cara.

¿Nos ha servido de algo ver al demonio? ¿Habríamos aprendido alguna lección de ello? Claro que sí.

Tal vez nos cueste reconocerlo, pero nos ha hecho más robustos para volver a pasar esta nueva crisis juntos. Es bajo ese concepto de unión, de trabajar como flecha que, al sumar sus fuerzas en la misma dirección, impacta con más determinación en el centro de la diana, como se consigue el triunfo. La fuerza sumada a la colaboración de todos es el mayor bien que poseemos al vivir en comunidad. Aunque volvamos a ver de nuevo al demonio, sabremos perfectamente que, si actuamos juntos como héroes, saldremos de nuevo victoriosos.Ahora, al observar las caras de mis vecinos, siento otra sensación distinta a la de antes. Lo veo en sus ojos.

Domingo, 22 de marzo

Una de las noticias más sorprendentes del día es que varios miembros de los cuerpos de seguridad del Estado han sido regañados por sus superiores por llevar mascarilla en los controles de la ciudad de Sevilla. ¿No tienen derecho a estar seguros en su puesto de trabajo?

Los medios de comunicación hacen hincapié en la llegada de mascarillas y protectores para los profesionales de Txagorritxu.

Un titular dice que un centenar de científicos exige un confinamiento total, que no se permita ir a trabajar a la población activa ante el elevado número de casos hospitalarios.

Última hora del coronavirus: en España hay 8.572 contagiados, 1.720 fallecidos y 2.575 recuperados. Sánchez comunica la prolongación del Estado de Alarma 15 días más.
Naturgy ofrece suministro energético gratuito a los hoteles y residencias que ofrezcan sus instalaciones a la seguridad pública. En Italia, en solo 24 horas, la cifra de muertos ha ascendido a 800. La situación de Lombardía es dramática, con 546 fallecidos en un día. Ha vuelto a salir una caravana fúnebre de camiones militares desde Bérgamo. Más de 25.500 lombardos han contraído la enfermedad.

Las cifras son escalofriantes. ¿Cómo no se va a sentir miedo y temor con estos números?

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