Qué bonito el sol de invierno, desde que asoma suave sobre la helada de la llanada hasta que se pone tras la silueta de un montaña en la costa, porque si tu mar mira al norte el sol se esconde detrás de ti antes de sumergirse en las aguas del océano, para volver a salir al día siguiente, nuevo, con más fuerza que el día anterior y darte otra vez la oportunidad de dejarte querer por sus rayos mientras las olas de la marea te gritan que todo vuelve a su lugar después de un baile con la luna, qué bonito es el sol de invierno.
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